18 abril, 2007

Para compartir con mis compañeros Leidy arellano

Dice Leidy:
EL APARATO BUCAL


El aparato bucal de los insectos se ha ido modificando en varios grupos para adaptarse a la ingestión de diferentes tipos de alimentos y por diferentes métodos.

Aquí en este encontramos dos tipos de paratos e interesantes, escogidos para ilustrar las diversas formas adoptadas por partes homólogas, y los diferentes usos a que pueden ser aplicadas. Existen muchos otros tipos, gran cantidad de los cuales representan estados intermedios entre algunos de los aquí citados.

Tipo masticador. En este tipo, los varios apéndices son esencialmente: las mandíbulas cortan y trituran los alimentos sólidos y las maxilas y el labio los empujan hacia el esófago. Son ejemplos comunes los ortópteros, los coleópteros y larvas de lepidópteros. El tipo masticador de aparato bucal es el más generalizado y a partir del mismo se han desarrollado los otros tipos. Este punto de vista se apoya en dos clases de pruebas importantes. En primer lugar, este aparato bucal es el más semejante en su estructura al de los miriápodos que son los parientes más cercanos de los insectos. En segundo lugar, el aparato bucal masticador se encuentra casi todos los órdenes de insectos generalizados como las cucarachas, langostas, escarabajos, etc.

Tipo chupador. Un gran número de moscas no picadoras, entre ellas la mosca doméstica, tienen este tipo de aparato bucal adaptado solo para la ingestión de alimentos líquidos o fácilmente solubles en saliva. Este tipo es el más similar al cortador chupador, pero las mandíbulas y las maxilas no son funcionales, y las partes restantes forman una probóscide con un ápice en forma de esponja (labelo). Esta se introduce en los alimentos líquidos que son conducidos hacia el canal alimenticio por diminutos canales capilares existentes en la superficie del labelo. El canal alimenticio también está formado en este tipo por la trabazón alargada de la hipo y epifaringe que forman un tubo hacia el esófago. Ciertos alimentos sólidos como el azúcar, pueden comerlos las moscas con este aparato bucal. Arroja una gota de saliva, que disuelve el alimento y luego la solución es succionada hacia la boca en forma líquida.

LOS ÓRGANOS BUCALES


Los órganos bucales son también muy variados. Pueden estar dispuestos para la masticación y trituración de los alimentos, o bien para la succión de líquidos; pero en unos y otros casos parecen corresponder a un tipo común. La disposición primitiva la conservan los masticadores en los que vemos que la boca está formada por un labro o labio superior, articulado sobre el epístoma un par de fuertes piezas o mandíbulas, de movimiento lateral y que carecen de palpo; y dos pares de maxilas, piezas menos fuertes que las anteriores provistas de palpos y de las que el último par está soldado en la línea media formando el labio inferior.

Existe, además, una lengua o hipofaringe, que en algunos géneros primitivos lleva un par de piezas denominadas maxilulas o también placas superlinguales.


En los insectos no masticadores, los diversos órganos que acabamos de enumerar se modifican profundamente. En gran parte de los himenópteros, por ejemplo, el labro y las mandíbulas permanecen fieles al tipo normal, mientras que las maxilas y el labio se transforman para constituir un órgano lamedor. En las mariposas, el aparato bucal, que es chupador, toma la disposición de una larga trompa arrollada en espiral (de aquí el nombre de espiritrompa con que se la conoce), constituida por las maxilas, muy prolongadas y acanaladas por dentro, que constituyen un llamativo órgano de succión, al paso que las otras partes bucales aparecen atrofiadas, a excepción de los grandes palpos labiales; en casos excepcionales, las mandíbulas pueden existir. En los hemípteros, el aparato bucal es asimismo chupador, pero de un tipo muy distinto, pues forma el llamado pico articulado, que, en su parte más visible, aparece constituido por el labio inferior, muy alargado y acanalado por encima, en cuya canal quedan alojadas las mandíbulas y maxilas adoptando la forma de finas cerdas de aserrada extremidad. Existe también el labro en forma de pieza triangular muy aguda, cubriendo dorsalmente la base de las cerdas indicadas. En los dípteros, el mismo labio inferior forma una trompa o probóscide, que encierra cierto número de cerdas, hasta seis; de las cuales dos, que siempre son pareadas, representan las mandíbulas y maxilas, en tanto que las otras dos, impares, corresponden a la epifaringe y a la lengua o hipofaringe.

No hay comentarios.: